Mi Ceguedad

Autor:   Jsoe Batazos
              Valencia – Venezuela

MI CEGUEDAD

Tras la bruma, en el norte de la nada,
en donde se origina el horizonte,
el océano baña al piedemonte
de una sierra que enfría un manantial.
Las gaviotas se cuentan por millares
y visten de escarlata sus copetes;
el plenilunio luce sus aretes
de diamante que espeja el arenal.

Sepa el humano que, al pisar sus costas,
no se permite andar con vestimenta,
la humildad de los hombres se fomenta,
desviando del edén la vanidad.
Yo quise embotellar sus aguas dulces,
robarme las esporas del helecho,
traerme las estrellas a mi techo
y no se arrepintió mi ceguedad.

Revista Dúnamis   Año 10   Número 15   Noviembre 2016
                                   Página 5

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