Monthly Archives: November 2016

Un Sueño Mortal

Autor:  Daniel A. Contreras Castro
             Villavicencio – Colombia

 

 

Un Sueño Mortal

No podía oírla, su voz se hacía más tenue y delgada, hasta llegar al punto de ser poseía por el silencio. El rostro se tornaba pálido con una mirada que se desvanecía… Sus manos intentaban acercarse a mí con desespero, pero, no alcanzaba… en cada intento sus brazos flaqueaban y perdían fuerza hasta quedar caídos sin movimiento alguno. Su cuerpo cedió y parecía estar ahora tranquila. La habitación en donde estamos se encuentra en penumbras, todo parece estar estático, el tiempo corre lentamente… Es el momento -pensé- y acercándome a ella le di un tierno beso, y le susurré: mi sangre no estará en tus manos…
Un profundo suspiro se oye en la habitación; en medio de la madrugada. Ella había despertado con el corazón en la boca; sabía ahora que debía hacer; el destino se lo había confirmado -o eso pensó-.
Se escucha en la habitación una respiración profunda como de quien la ha contenido por largo tiempo. Era ella, estaba sudando; se encontraba casi sentada sobre él, aún excitada por su hazaña, no se había fijado que él la miraba y susurrando le dice: te has equivocado de sangre…-soltando una leve sonrisa-. Cuando ella lo escucha con ira decide apuñalarlo, esta vez en el cráneo….
Cuando amaneció, alguien cerró la puerta de la habitación y se marchó, dejando atrás dos cadáveres… y un misterio sin resolver.

                                

Revista Dúnamis   Año 10   Número 14   Octubre 2016
                                   Página 21

A una pintura de Spilimbergo

Autora:  Beatriz Rastaldo
                Cañada de Gómez – Argentina

 

 

A una pintura de Spilimbergo

Ella tiene mirada de acuarela
y una rebeldía distinta
en la ironía de sus ojos.
Su identidad no tiene sombra,
acaso me grita
una cuota de su historia
las inmaculadas perlas
que visten su piel de pétalos.
Ella misma parece su templo,
edifica
un espacio sin palabras
su presencia.
Algo etéreo,
ronda su misterio
… me pregunto en silencio,
si su horizonte, tiene,
amores callados,
dolores añejos,
miedos ocultos.
Quisiera bucear
en la acuarela
de sus ojos cristalinos,
y entender su brillo,
donde leo ironía,
donde leo soberbia,
y pintar yo
su propia imagen
un poco
… solo un poco… menos fría.

Revista Dúnamis   Año 10   Número 14   Octubre 2016
                                   Páginas 19-20

Lobo Blanco

Autora:  C. Siomara Henríquez de Goldman
                Morazán, Yoro – Honduras

LOBO BLANCO

Feroz, no eres canis de color,
coercido cazador de antaño;
de alarde y rencor bajas atroz
a devorar ciervos todo el año.

Infalible, de penumbra flagres
del rayo en el luto de confines
perdura tu frenética sangre…,
que el olfato de acero te asignen.

Que promulgues la luna y su ruedo
con las orlas prosistas de niebla
al perderte en el frío de miedo…
te da vértigo en noches funestas.

Rechazas el urdes planetario
y sucumbes el alfa, por débil,
subiendo a la cúspide de enlardo
te sacias del banquete que cuelguen.

Majestuoso y salvaje Cescal
con terror te bajas…, y la arrolla
con dientes de marfil ancestral,
buscas arisco a saciar tu loba.

Revista Dúnamis   Año 10   Número 14   Octubre 2016
                                   Página 18

Destajo

Autor:  David Pérez Núñez
             Sto. Domingo – R. Dominicana

Destajo

Pediste amarte a destajo
por parcelas, intermitente
sin compromisos
de vez en cuando
con un corazón sin latido
trazaste tus coordenadas
el código con el cual acercarme a ti
y lo he cumplido
Amarré mi alma a las piedras
como Prometeo sufro mi incontinencia
a veces suelto las amarras
te busco entre mis cosas,
violo tramposamente lo pactado
te encuentro entre las faldas
de las montañas,
hacemos el amor, sin tocarnos
bajo un reprimido silencio.

                                

Revista Dúnamis   Año 10   Número 14   Octubre 2016
                                   Página 17

Ema, Ema y Ema

Autora:  Gina Barrios M.
               Ciudad de Guatemala – Guatemala

 

Ema, Ema y Ema

 

Estaba tocando la puerta de tu apartamento pero no me abriste. En ese instante mi sexto sentido me sugirió irte a buscar a la casa de tu querida abuela materna. Me subí a mi carro y me transporté a esa casita de color amarillo con puertas de cedro. Miré por la ventana antes de tocar la enorme puerta, ya que no quería despertar a tu dulce abuelita. Abrí la puerta, después de tocar trece veces seguidas. A nadie vi en la sala y comedor principal; preferí ir a tu lugar preferido en casa de tu querida abuela. Escuché unos ruidos extraños en el sótano; la curiosidad y mi sexto sentido me susurraban: abre la puerta. Entonces eso fue lo que hice, hubiera deseado no hacerlo, pero al final lo hice y me arrepentí de lo que vi. Mejor cerré la puerta y subí tan despacio como – mi cuerpo pesado con miedo – podía. Mis amigos lejanos me habían comentado de esto, pero por ser una pobre ilusa, yo, te había creído. Amaba la ilusión de tu engaño, no quería enfrentar que eras un producto de la imaginación. Ansiaba el momento en el que me confesaras que los rumores eran falsos, pero después de todo eres un monstro que vive en el cuerpo de su querida abuelita. ¡Ema!, me llamaste por mi nombre, de esa manera me di cuenta que era la primera vez que me decías así. Ema, mi nombre y el nombre de tú querida abuelita materna, Ema, un acróstico que se repite cada dos oraciones, formando así el nombre de ella y mío que ahora no son más que un encanto tuyo.

 

Revista Dúnamis   Año 10   Número 14   Octubre 2016
                                   Página 16