Un puñal en el costado
Coseché la siembra de mis anhelos y con ella la cizaña
es que cautivó mi alma, aquella bella y noble pueblerina
penetró tan fuerte como penetra el sol que se ensaña
sobre la más linda y fina flor, extendida sobre la encina.
Sonrió con dulces cánticos que embriagaron mi corazón
y selló con broche de oro un amor fuerte enaltecido
tal vez cuerdo estaba en aquella inolvidable ocasión
pero más se alcanza, cuando hay un amor enardecido.
Rompí una buena herencia, rompí una gran tradición
aquellos valores arraigados cayeron a un infinito abismo
tuve una idea fija que se convirtió en una dura obsesión
abrí una vida llena de desdicha, no creía ni en mí mismo.
Forjé ideas que se transformaron en grandes metas
quizás la belleza de la dama fue mi peor enemigo
conquisté un mundo rodeado de inmensas grietas
que crearon una plataforma ,que fue mi mayor castigo.
Entonces lágrimas brotaron como perlas en la mar
de una brillante cadena de oro, sólo quedó un eslabón
mi llanto fue tan fuerte, que no lo podía parar.
creí que era un amor eterno pero solo fue una ilusión.
Cuántos sentimientos afloran cuando se trata de un amor
cuántas interrogantes florecen y no dan respuesta alguna
es que cuando se hiere y se engaña, el amor pierde valor
y bellos recuerdos se esfuman creados bajo una luz de luna.
Un agudo puñal en el costado, atravesó mi corazón
la musa de mis sueños,destrozó mi alma entera
repentinamente se perdió sin ninguna explicación
dejando mi hermosa vida bajo una triste quimera.
Una herida en el costado hizo brotar odio y rencor
sin brotar ni gota de sangre el puñal quitó mi fuerza
abrió paso a la desdicha destruyendo un gran amor
dejando mi vida expuesta y con una tristeza inmersa.
Una hermosa relación acabó siendo una cruel traición
mi costado abierto revasó la más desesperante ira
mi alma raída quiso entonces olvidar aquella canción
los bellos momentos vividos fueron una vil mentira.
Tropiezos y caídas tuve,mas de todas salí airoso
el amor se acabó pero una nueva y fresca flor nació
saturó mi vida de un gran amor fiel y bondadoso
y de nuevo mi noble y orgulloso corazón floreció.
Héctor R. Arroyo Saborío
Alajuela – Costa Rica
Revista Dúnamis Año 10 Número 11 Enero 2016
Páginas 32-33