La mujer de mi sangre
Estaba allí ensangrentada, ensordecida por su locura, exclamando con gran excitación, ¡Debo matar!, me acerqué a su lado y cuando se percata de que estoy ahí, su mirada dulce -y desquiciada ahora-, se posa en mí, y exclama, ¡eres tú!, ¿Me ayudas?, debo matarlos a todos, de repente un disparo se oyó, cayó entre mis brazos, y lágrimas rodeaban mis mejillas, sin embargo, ella a pesar de no poder ver mi rostro, rodeaba con sus manos la máscara que tenía puesta, y dice, vamos a construir un nuevo mundo entre los dos, ¿no es verdad?, así no tendrás que volver a usar tu mascara y estaremos juntos…cierto que así será…lo prometiste. Mientras sollozaba por sus palabras, otro disparo sonó, y al caer ella, exclamé, ¡Mujer! -con un llanto amargo-, yo destruiré este mundo y lo reconstruiré, quien dispara debe estar dispuesto a ser disparado, esta vez fue tu turno pronto será el mío…Adiós, mujer de mi sangre, mi primer amor…
Daniel A. Contreras Castro
Villavicencio – Colombia
Revista Dúnamis Año 10 Número 11 Enero 2016
Página 25