Luciérnaga Engreída

 

LUCIÉRNAGA ENGREÍDA

¡Cómo sacar del alma la gruesa espina,
sí las lágrimas manchan todo el papel!,
duele el ser despreciado en cada esquina
por la cósmica ruta henchida en hiel.
Cae el telón macabro bajo la encina
que fungía de corcho a mi joyel,
cada verso artesano, cual gasolina,
perforaba agujeros en nuestra piel;
¡mi alma soltaba gritos en la colina
y tú la disfrazabas cual oropel!
-¡Poeta ya no suenes esa ocarina!-
Me dijo el corazón…, y sonó cruel.
¡Cuánta razón tenía!, tu alma asesina
solo ha deforestado nuestro vergel;
me hipnotizó tu luz, luciferina
maléfica y locuaz, también infiel,
no habrá un hasta luego, ¡sé libertina!,
y al dejarte esta carta sobre el mantel
sé que no extrañará tu danzarina
luciérnaga engreída a mi clavel.

               

        Jsoe Batazos
(Franklie J. Ciliberto)
Valencia – Venezuela

        
               
                                

Revista Dúnamis   Año 9   Número 9    Octubre 2015
                                    Página 22

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